La rondalla Divinos de La Palma es una agrupación musical que interpreta villancicos populares. Nació en la isla de La Palma (Canarias) donde existe una arraigada tradición navideña, especialmente en su capital, Santa Cruz de La Palma. Desde 1947 cuando un grupo de jóvenes formaron la primera de estas agrupaciones numerosos grupos de músicos han cantado de manera interrumpida a la Navidad palmera.
El origen del nombre «lo divino» proviene del villancico del mismo nombre del autor tinerfeño Fermín Cedrés, que en la actualidad es la pieza navideña más extendida e interpretada en Canarias. Los versos de la composición de este músico tinerfeño tienen su origen en el escritor cordobés Antonio Fernández Grilo (1845-1906), como ha descubierto recientemente la investigadora palmera Maria Victoria Hernández. Curiosamente y a diferencia del resto del archipiélago en La Palma este villancico se conoce como Anunciar. No obstante, del apelativo genérico «lo divino» (común al resto de las islas) proviene la denominación que han adoptado las rondallas locales que se conforman dentro de las jornadas navideñas.
Junto a los temas de los creadores locales estas rondallas también incorporan villancicos de distintas regiones peninsulares o países de América. Que tratados con el matiz propio de la isla han pasado a engrosar el patrimonio de la música popular de La Palma.
Cada año, durante los nueve días que preceden a la Navidad (como remembranza de los nueve meses de gestación de la virgen María), las distintas rondallas interpretan sus villancicos, en las misas de luz y, durante la madrugada por las calles de Santa Cruz de Palma. Así, las distintas rondallas de «lo divino» ofrecen a fieles y vecinos lo mejor de su repertorio.
Con estos ingredientes, un grupo de estudiantes palmeros desplazados a la Universidad de La Laguna decidió poner en marcha una rondalla de este tipo. Animados por las ricas costumbres de La Palma llevaron hasta Tenerife el sentir navideño de su isla, cantando en las noches laguneras los villancicos de su tierra. Cuando los estudiantes dejaron de serlo, para no olvidar sus tradiciones, crearon la rondalla “Divinos de la Palma”.
